La Resolución SE 1260/2021 ya hizo efecto en el sector energético argentino: varios proyectos de energías renovables adjudicados al Programa RenovAr rescindirían su contrato de abastecimiento liberando una gran cantidad de capacidad de transporte.
Preliminarmente alrededor de 90 emprendimientos en stand by, que representan más de 1500 MW de potencia comprometida, expresaron la voluntad de darse de baja a partir de esta disposición gubernamental.
Y es preciso recordar que los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PAH) y las centrales de bioenergías – biogás, biomasa o biogás de relleno sanitario – deberán abonar la suma de USD 12.500 por cada megavatio de potencia contratada. Mientras que para las plantas eólicas y solares fotovoltaicas, el monto asciende a USD 17.500 por cada MW.
A partir de la fecha, los titulares de los proyectos tendrán un plazo máximo de noventa días hábiles para exponer la documentación asociada. Mientras que aquellas centrales de generación que presentaron objeciones contarán con algunos días más para que clarifiquen los puntos en cuestión y así confirmar si finalmente se llevará a cabo la rescisión.
De concretarse la cancelación de tal magnitud de emprendimientos, sería casi la mitad de todos los adjudicados (191) durante las licitaciones públicas que se realizaron bajo la administración de Mauricio Macri.
Y la cantidad de megavatios que se daría de baja significa prácticamente el total de lo reportó la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA), cuando le envió una carta a Darío Martínez, secretario de Energía de la Nación, solicitando resolver los contratos pendientes del Programa RenovAr.
En aquel entonces, el documento señalaba que, al 15 de marzo del 2021, había 46 proyectos con causales de rescisión por un total de 1.340 MW de potencia, sobre un total de 5133 MW contratados en todas las rondas.
Pero a ello se debe agregar los emprendimientos que poseían demora, ya sea que estén habilitados o no, o que tengan algún grado de avance en la construcción o estén completamente detenidos.
Por el momento habrá que esperar a que la autoridad de aplicación ordene toda la documentación para ratificar el número concreto de proyectos y potencia y que poco a poco se libere capacidad en las líneas de transmisión. Y esto abriría la puerta para plantear un nuevo plan de desarrollo de las energías renovables en Argentina, como por ejemplo replicar el modelo de PMGD chileno o nuevos llamados licitatorios.
Fuente: www.gapp-oil.com.ar