La firma estadounidense MMEX Resources Corporation planea producir hidrógeno verde en la provincia de Tierra del Fuego con una inversión prevista de US$ 500 millones, con el objetivo de generar entre US$ 120 y US$ 190 millones de exportaciones anuales a partir de su entrada en funcionamiento en 2025.
Además, la iniciativa crearía 1500 puestos de trabajo durante la construcción de la planta y hasta 300 puestos fijos de trabajo calificado cuando entre en operaciones, de acuerdo a estimaciones realizadas por la empresa.
El proyecto se encuentra actualmente en etapa de evaluación técnica, un proceso que puede llevar entre 90 a 120 días.
Si bien el anuncio de inversión de US$ 500 millones fue realizado el mes pasado por la compañía junto al Gobierno de Tierra del Fuego, la firma estadounidense recién dio a conocer ahora los detalles finos de la iniciativa.
Entre las razones argumentadas por MEX para elegir Tierra del Fuego se destacan la calidad de los vientos en la provincia austral, su ubicación estratégica frente al océano (que facilita la logística exportadora) y las ventajas tributarias que ofrece por ser una zona franca (ausencia de impuesto al valor agregado y menor tributo a la renta, entre otras).
En diálogo con Télam, el gerente de Financiamiento de proyectos de MMEX, Nabil Katabi, aseguró que «Tierra del fuego tiene los mejores vientos del mundo, mucha tierra vacía y está sobre el mar ubicada frente a Asia y Europa. Estas ventajas naturales se combinan con que es una zona franca y tiene ventajas tributarias, lo que nos permite pensar un buen desarrollo«.
El proyecto de la empresa del país de América del Norte está pensado desde una lógica meramente exportadora y su apuesta principal es conseguir clientes de Asia y Europa durante al menos 20 años.
El hidrógeno verde es una de las fuentes de energía renovables centrales para consumar la transición energética en la que están comprometidos la mayoría de los países del mundo para alcanzar el objetivo de descarbonización de la matriz energética como respuesta principal al cambio climático.
Por insertarse en una zona con preferencias impositivas, Katabi consideró innecesario generar un marco normativo propio para el sector, como el anunciado recientemente para el hidrocarburífero. De todos modos, el directivo de MMEX consideró «bienvenida» la Estrategia Nacional del Hidrógeno 2022-2050 sobre la que el Gobierno nacional trabaja junto a las administraciones provinciales.
No obstante, se mostró enfáticamente en desacuerdo ante la posibilidad de establecer un esquema de retenciones a las exportaciones del combustible. «Mataría a la industria antes de que haya nacido», sostuvo Katabi en caso de que eso sucediera, aunque evaluó que Tierra del Fuego -en tanto zona franca- no se vería alcanzada por un impuesto así.
El hidrógeno verde es una de las fuentes de energía renovables centrales para consumar la transición energética en la que están comprometidos la mayoría de los países del mundo para alcanzar el objetivo de descarbonización de la matriz energética como respuesta principal al cambio climático.
El llamado «combustible del futuro» se genera vía electrólisis del agua -al separar el hidrógeno del oxígeno- utilizando fuentes energéticas limpias como electricidad solar, eólica o hidroeléctrica.
Por contar con los mejores vientos del planeta en las provincias de la Patagonia y los más altos niveles de radiaciones solares en el norte, Argentina tiene un gran potencial para constituirse como un actor de peso en la naciente industria.
En ese sentido, hace un par de semanas el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, al participar en la Exposición Global de Hidrógeno Verde, en Barcelona, afirmó que «están dadas las condiciones para la producción en escala que permita generar las estructuras de costos que terminen viabilizando esta producción para su comercialización internacional».
La inversión prevista de US$ 500 millones tiene como objetivo generar entre US$ 120 y US$ 190 millones de exportaciones anuales
«Nuestro país tiene capacidad tecnológica y productiva para llegar a 2030 produciendo cerca de 10 millones de toneladas de hidrógeno verde; para que eso sea posible, tenemos que estructurar una demanda internacional consistente, los mecanismos de financiamiento y de inversión directa», agregó el ministro.
La inversión en Tierra del Fuego será llevada a cabo por MMEX a través de un acuerdo tecnológico con Siemens Energy, que ya se encuentra realizando los estudios de evaluación del recurso eólico.
La iniciativa de la firma estadounidense proyecta la construcción de un campo eólico de hasta 300 megavatios (160 MW base), y una planta de electrólisis que permitirá obtener más de 55 toneladas de hidrógeno verde por día, en la ciudad de Río Grande.
«El objetivo será desarrollar una unidad de conversión de amoníaco o metanol de 300 toneladas diarias para exportaciones globales, que se realizarán a través de una infraestructura de carga marítima propia», informó MMEX.
La iniciativa de la firma estadounidense proyecta la construcción de un campo eólico de hasta 300 megavatios (160 MW base), y una planta de electrólisis que permitirá obtener más de 55 toneladas de hidrógeno verde por día, en la ciudad de Río Grande.
Cuando finalice la actual etapa de evaluación se definirá la cantidad de hectáreas necesarias para la generación de energía eólica.
De esta forma, la producción del hidrógeno verde comenzaría «en 2025 o 2026», según anticipó a Télam Nabil Katabi, al tiempo que estimó que, cuando se ponga en marcha plenamente, el proyecto generará ventas externas por entre US$ 120 y 190 millones al año.
Para hacerse de los fondos necesarios para desarrollar el negocio en su totalidad, la compañía buscará obtener financiamiento en bancos multilaterales y de desarrollo como la CAF y el Banco Interamericano de Desarrollo.
El desembarco de MMEX se suma al de la empresa australiana Fortescue, que el año pasado anunció una inversión de US$ 8.400 millones para producir hidrógeno verde en la provincia de Río Negro.
Fuente: www.telam.com.ar